viernes, 4 de mayo de 2018

Копейка- VAZ-2101 (4 de mayo de 1966


“Yo me he casado con el automóvil.”

-Enzo Ferrari-
Por Gabriel Macías Nito
Existe el mito del doble, leyendas y relatos de ficción hablan sobre la existencia de alguien realmente idéntico a nosotros. Esto le sucedió al auto italiano Fiat-124, el que fue nombrado “Mejor auto del año” en 1965. Aquel “fiatito” tuvo su gemelo en la Unión Soviética, y se le llamaba “El Kopeyka”.

Pero antes de que pudiera ser lanzado para circular en las carreteras soviéticas, debieron hacerle algunos ajustes importantes. En particular, la carrocería se construyó con un acero más grueso, ya que de lo contrario habría perdido rápidamente su durabilidad, no solo por las frías y adversas condiciones de las carreteras rusas, famosas por estar “finamente decoradas de baches”, sino también porque el auto requería tener una vida casi eterna. En conjunto, se realizaron más de 800 cambios, incluido un motor y sus respectivos cambios mecánicos.

El 4 de mayo de 1966, el Ministerio de Comercio Exterior de la URSS junto con la compañía automovilística italiana Fiat firmaron un acuerdo de colaboración para construir la fábrica de automóviles Volzhsky en Togliatti. De ahí nació el modelo VAZ-2101,  conocido por los soviéticos como el “Kopeyka” o “Zhiguli”, del cual se fabricaron millones de unidades y fue el uno de los pocos autos utilitarios que estuvieron a la venta en la URSS.

Kopeika (Copeca) es la unidad más pequeña del rublo, el “centavo” y es el nombre de la moneda de Azerbaiyán. Normalmente son pequeñas monedas de metal, pero en algunos momentos de la historia se emitían billetes, el tamaño de la pequeña moneda fue lo que se relacionó para llamar así al VAZ-2101.

Si bien, era el auto utilitario, no todos en la URSS tenían acceso a este lujo. No solo por el tiempo que debían ahorrar para poder pagarlo. También debían tener buenas relaciones con los fabricantes, de lo contrario debían anotarse en una lista y esperar hasta por cinco años, ya que el suministro era bajo y la demanda alta. Poseer un Kopeyka se consideraba muy prestigioso y todos en su vecindario y en su lugar de trabajo sabrían que usted tenía uno y seria tratado como una persona muy importante.

Fue producido, hasta finales de los años ochenta a partir de entonces se convirtió en un  automóvil legendario, hoy es un verdadero clásico y quien lo maneje en las autopistas del siglo XXI sin duda será digno de ser admirado y en cierto modo envidiado.


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