La Rusia del siglo XXI (10 de enero de 1994)

“Un hombre debe vivir como una gran llama brillante y quemarse tan intensamente como pueda. Al final se quema. Pero esto es mucho mejor que una pequeña llama mediana”

-Boris Yeltsin-

Por Gabriel Macías Nito

Poco después de la disolución de la URSS en diciembre de 1991, comienza la historia de la Federación Rusa. Rusia fue la más grande de las 15 repúblicas que formaron la Unión Soviética, dominaban el ejército y el Partido Comunista. Por ello, Rusia fue reconocida como el estado sucesor de la antigua URSS en los asuntos diplomáticos.

Ahora era el momento de crear una entidad política que regulara los asuntos políticos, militares y económicos de esta nueva entidad. Antes de la disolución formal de la Unión Soviética, Borís Yeltsin había sido elegido Presidente de Rusia en junio de 1991 en la primera elección presidencial directa en la Historia Rusa.

Lo primero fue crear la Constitución de la Federación de que fue adoptada por referéndum el 12 de diciembre de 1993. Entró en vigor el 25 de diciembre de 1993 y el ella se estipulaba entre muchos e importantes leyes, en el Capítulo 5 de la Constitución, que, el gobierno sería controlado por una Asamblea Federal.

Nació entonces La Asamblea Federal de la Federación Rusa, que es el parlamento ruso, el cuerpo representativo y legislativo del poder estatal de Rusia.

Las funciones y los poderes de la Asamblea Federal se dividen entre dos cámaras: la Duma del Estado y el Consejo de la Federación. La Asamblea Federal es un organismo permanente.
Así, el 10 de enero de 1994, el nuevo parlamento ruso (Asamblea de la Federación de Rusia), comenzó su trabajo. Aquel día iniciaba una nueva etapa política en la historia de Rusia.
Entre las principales acciones tomadas por la nueva asamblea estaba la elección de un nuevo presidente, o como corroborar a Boris Yeltzin en las funciones que se le habían atribuido desde 1991.

Tras conflictos por el poder que habían llevado a Rusia a una espiral de violencia política desconocida hasta entonces se logró cierta estabilidad y la Asamblea se embarcó en la mayor y más rápida privatización jamás llevada a cabo por un gobierno en toda la historia.

Cuando finalizaba la década de 1990, el comercio, los servicios y la pequeña industria ya estaban en manos privadas. Casi todas las grandes empresas fueron adquiridas por sus antiguos directores.
El arranque en los trabajos del organismo político más importante de Rusia, dio inicio a una nueva etapa económica en la historia de Rusia.