domingo, 1 de abril de 2018

Sergéi Rajmáninov (1 de abril de 1873)


Escribo la música que escucho tocar dentro de mí ... soy un compositor ruso, por lo tanto, mi temperamento, mi visión y mi música son esencialmente rusos ...”
 - Sergéi Rajmáninov-
Por Gabriel Macías Nito
Tenía 44 años cuando comenzó la Revolución Rusa, ya era un músico consagrado a nivel mundial, decidió no involucrarse en los acontecimientos y, el compositor, su esposa y sus dos hijas salieron de Rusia, aceptó una invitación para trabajar en Estocolmo y jamás volvió a su país de origen.

Luego decidió emigrar a Estados Unidos su agenda estaba llena de conciertos, lo que redujo su tiempo para la composición, comenzó a trabajar en el estudio de grabación, además de dejar constancia de piezas musicales que están consideradas entre las creaciones e interpretaciones para piano más valiosas de todos los tiempos, podría decirse que es el primero de los clásicos que se valió de la nueva tecnología, para ser, en aquellos días el músico más escuchado del mundo, corrían los años veinte.

Lejos de su tierra natal, Rajmáninov seguía los acontecimientos de la Unión Soviética. Durante la Segunda Guerra Mundial hizo una donación en la Embajada soviética consistente en los ingresos de algunos de sus conciertos con una nota que decía lo siguiente: “De un ruso como contribución a la continua lucha contra el enemigo. Quiero creer —y así lo creo— que la victoria final será nuestra”.

Paradójicamente, es durante la década de los años treinta que su música fue prohibida por autoridades estalinistas en la URSS, para el partido comunista la música de Rajmáninov expresaba los valores de la burguesía decadente y por tanto representaba un peligro para el régimen.

Serguéi Vasílievich Rajmáninov​, nació en Nóvgorod, Imperio ruso el 1 de abril de 1873. Compositor, pianista y director de orquesta ruso. Uno de los músicos más brillantes del siglo XX. Sus composiciones se consideran la sublime culminación del romanticismo.

Era un hombre alto, de voz grave y manos grandes. Se desplazaba sin prisa y, dicen que jamás levantó la voz. Sus estados de ánimo eran opuestos; iba de la carcajada, expresiva y sincera. A la más absoluta seriedad y ceño fruncido. En sus presentaciones siempre mantenía una expresión severa. En privado, dicen, tenía un contagioso sentido del humor y era gran sibarita.

Cualidades musicales, destreza técnica y características anatómicas se combinaron para hacer de Rajmáninov uno de los más populares entre los grandes compositores y uno de los más extraordinarios pianistas. Sus manos eran inusualmente grandes, con dedos y pulgares muy largos. Escribió admirables piezas para piano y orquesta, y gran parte de su propia música para piano, conocida por sus grandes y rápidos acordes, y brillantes recorridos por el teclado, solo han podido ser ejecutados por él.

Su última obra maestra a gran escala fue la “Danza Sinfónica”, compuesta en 1940. En el momento de su último recital, el 17 de febrero de 1943, en Knoxville, Tennessee, ya estaba gravemente enfermo. Rachmaninov murió el 28 de marzo de 1943 en Beverly Hills, California, pocos días antes de cumplir 70 años, y fue enterrado en el cementerio de Kensico en Valhalla, Nueva York.

En las últimas horas de su vida, insistió en que podía escuchar música tocando en algún lugar cercano. Después de asegurarse en repetidas ocasiones de que este no era el caso, respondió: “Entonces está en mi cabeza”.


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