jueves, 5 de abril de 2018

Batalla en el hielo (5 de abril de 1242)


“Solo los muertos han visto el final de la guerra.”
-Platón-
Por Gabriel Macías Nito
Cuando comenzaba el siglo XIII, invasiones procedentes de las estepas mongolas amenazaron la integridad de Rusia. El gran Gengis Kan había hecho incursiones por el sureste, y para la década de 1240, mientras Rusia se encontraba en las garras de la Horda de Oro tártara-mongol en el oriente, del otro lado, las órdenes teutónicas del Sacro Imperio Romano hacia incursiones para invadir tierras rusas.

Apareció entonces la figura heroica del legendario gobernante ruso Alexander Nevsky que comandó un valiente ejército para defender al pueblo ruso en las fronteras occidentales. El 5 de abril de 1242, en el lago Peipus se libró la famosa “Batalla en el hielo”. Desde tiempo atrás, los representantes de la Orden de Livonia, una rama autónoma báltica de la Orden Teutónica, había visto con muy buenos ojos invadir las ricas tierras rusas.
Los teutones no solo buscaban los beneficios materiales de aquellos parajes, combatían también en lo espiritual, la Iglesia ortodoxa, ya se había escindido de la dirección papal de Roma y buscaban implantar nuevamente el régimen católico. Rusia se debatía bajo los golpes de las legendarias hordas mongolas por un lado y las recias fuerzas teutonas por el otro.

Fue en este crítico escenario que tomó valor del príncipe Alexander, quien ya con anterioridad había mostrado sus habilidades bélicas cuando en 1240 derrotó a los suecos en la desembocadura del río Neva, de ahí que al príncipe le apodaban “Nevsky”.

Llegó entonces aquel 5 de abril, hay poca información sobre cómo se desarrolló la Batalla de Hielo y qué estrategias emplearon los ejércitos. Comúnmente se cree que los cruzados teutones tenían una excelente formación militar. Pero, cuenta la leyenda que, durante el combate caía una fuerte nevada, y los caballeros teutones comenzaron a ceder por el peso que la nieve provocaba a sus armaduras. Leyenda o realidad, lo cierto es que tras esta batalla, la amenaza teutona en las fronteras occidentales cedió por muchos años.

En la época soviética, esta batalla salió de los anales de la historia y fue utilizada por la propaganda, hicieron ver al gran Alexander Nevsky como un férreo defensor de la invasión católica y occidental y de como Rusia había dominado a los pueblos bálticos, que estaban bajo control soviético.

En 1938, el gran director de cine ruso  Sergey Eisenstein  filmó la película Alexander Nevsky, que mostraba la gloria militar del gran príncipe. En 1725 fue instituida la condecoración “Orden Alexander Nevsky”, abolida en 1917 y revivida por el gobierno soviético en 1942.

El 5 de abril se considera uno de los días de la gloria militar de Rusia.

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