jueves, 21 de diciembre de 2017

Grigori Rasputín (17 de diciembre de 1916)

Llegará un tiempo en que el sol llorará sobre la Tierra y sus lágrimas caerán como chispas de fuego que abrasarán las plantas y quemarán a los hombres”.
-Grigory Yefimovich Novykh-
Rasputín alcanzó la cumbre de lo que podría ser "su poder" en la corte rusa durante la Primera Guerra Mundial. El zar, Nicolás II tomó personalmente el mando del ejército ruso y dejó a la zarina, Alexandra a cargo de los asuntos internos del Imperio, y ahí estaba Rasputín, al lado de Alexandra como su consejero personal.

La influencia de Rasputín iba desde el nombramiento de funcionarios de la iglesia, la selección de incompetentes ministros, hasta asuntos militares, enturbiando la vida de Rusia.

Grigory Yefimovich Rasputin, nació en Pokrovskoye, cerca de Siberia hacia 1872. Campesino y místico que influyó a la corte del zar y sobre todo a la zarina Alexandra, los últimos años del imperio ruso, ya que era capaz de mejorar la condición hemofílica del príncipe heredero Aleksey Nikolayevich.

Provenía de una familia campesina, recibió poca formación y aparentemente no sabía ni leer ni escribir. Después de salir de su lugar de origen y peregrinar por varias ciudades de Rusia, llegó a San Petersburgo en 1903 y se hizo muy popular entre los aristócratas obsesionados con el misticismo y las prácticas ocultistas.

Tras conocer a la familia real y ganarse la confianza del zar Nicolás II, se convirtió en su principal consejero, el zar le consultaba sobre temas del Estado, y fascinaba a la zarina porque ayudaba la condición del príncipe.
En presencia de la familia real, Rasputín era un humilde y santo campesino. Fuera de la corte, tenía hábitos pecaminosos. "Predicando" que el contacto físico con su propia persona tenía un efecto purificador y sanador, seduciendo a cientos de mujeres.

Su comportamiento representaba un gran peligro para el imperio, y hubo intentos para quitarle la vida y salvar a Rusia. Finalmente, la noche del 29 al 30 de diciembre (del 16 al 17 de diciembre, del calendario ortodoxo), Rasputín fue invitado a visitar la casa de Yusupov y, una vez allí, se le dio vino envenenado, pero esto no lo mató, fue necesario dispararle, herido, Rasputín intentó salir, un nuevo disparo le debilitó lo suficiente para que los conspiradores lo ataran y lo arrojaron a través de un agujero en el hielo hacia el río Neva, donde finalmente murió ahogado.


Meses después de su muerte llegó el tiempo de la Revolución Rusa, más tarde todo el régimen imperial fue arrasado y el zar y su familia asesinados por los bolcheviques, para muchos, el final del imperio fue una maldición de Rasputín.

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