domingo, 24 de diciembre de 2017

Alejandro I de Rusia (23 de diciembre de 1777)

“Alejandro I Pavlovich es amado por el pueblo ruso. es, para su tiempo un gran demócrata, tras Catalina II y Pablo I, parece moderado, permitió, por ejemplo, a los siervos comprar su libertad”.
El 16 de noviembre de 1825, con 50 años, Alejandro I zar de Rusia llega a su castillo de Taganrog. Quince días más tarde anuncian su muerte. Según el informe oficial, el emperador murió de un ataque de fiebre de paludismo. Numerosos documentos lo constatan, pocos son fiables, siempre se sospechó sobre la muerte de Alejandro. 40 años después de su muerte,  su sobrino-nieto Alejandro III abrió la tumba, ¡sólo encontró un ataúd vacío!

En el otoño de 1836, un personaje de unos 60 años es apresado en la provincia de Perm. Caballero de ademanes nobles, un vagabundo llamado Feodor Kusmich. Los policías se sorprenden por sus aires de gran señor, el prisionero es deportado a Siberia. Años después el liberado y se instala en una pequeña casa en Krasnoretchensk, tiene numerosos visitantes, conoce los acontecimientos políticos y a los grandes dirigentes, se apasiona cuando cuenta, con increíble precisión, la guerra de 1812 contra los ejércitos de Napoleón y los detalles de la entrada triunfal del emperador Alejandro I en París.

Todos los testimonios concuerdan: sólo se puede tratar de una persona que haya vivido esos acontecimientos en primera persona, para muchos, Feodor Kusmich es el emperador Alejandro I de Rusia, aunque esta siempre ha sido una leyenda.

A partir del incidente, los historiadores indagan sobre la verdadera identidad del vagabundo. Algunos documentos prueban que Feodor recibió en secreto la visita de varios miembros de la Familia Imperial; no es, pues, imposible que Feodor Kusmich y Alejandro I de Rusia sean el mismo hombre.

Aleksandr Pávlovich Románov, zar de Rusia de 1801 a 1825, hijo del zar Pablo I, nació el 23 de diciembre de 1777 en San Petersburgo, Imperio ruso.

Fue en su momento uno de los monarcas más liberales y con visión social de Europa, abolió muchos castigos bárbaros y crueles infligidos en aquella época y estableció un sistema administrativo ordenado. Mejoró las condiciones de vida de los siervos y fomentó la educación duplicando el número de universidades rusas con la fundación de las de San Petersburgo, Járkov y Kazán.

Alejandro I desempeñó un papel destacado en la coalición europea que provocó la caída de Napoleón. En 1815, fundó la Santa Alianza con Austria, Rusia y Prusia. El propósito de este pacto, tal y como fue concebido, era implantar los altos ideales del cristianismo y fortalecer a nobles en las potencias europeas.
Se especula, que esta postura estricta y ortodoxa era contraria a su carácter, pero entendía los muchos intereses que había en los nobles rusos y europeos. Por ello, prefirió fingir su muerte en lugar de renunciar a sus ideales, aquellos que apoyaban a la gente del pueblo, pero que en los días de Alejandro I estaban lejos de considerarse correctos o revolucionarios, la igualdad en Rusia debió esperar un siglo y, ¿Alejandro debió vivir sus últimos años fingiendo ser un vagabundo?

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