sábado, 30 de diciembre de 2017

Gran incendio del Palacio (29 de diciembre de 1837)

“Los testigos recordaron haber percibido el olor a humo, eran aproximadamente las 8 de la noche, creían era una chimenea defectuosa. Conforme pasaban los minutos este olor era cada vez más molesto, pronto se percataron estaba ocurriendo un gran incendio”.

Las llamas de humo que pronto comenzaron a aparecer en el tubo de la chimenea en la sala de oficiales de guardia de palacio alarmó a los sirvientes. Llegó un escuadrón de bomberos y examinó la bodega y la chimenea en el techo de donde salía el humo, y creyendo era un simple tapón se rieron profusamente.

Todos los respiraderos de las chimeneas estaban conectadas en diversas estancias del palacio y el humo caliente se escurría por todas las habitaciones, los bomberos encontraron un trapo ardiente tapando uno de los orificios, y creyeron era el que había causado la dispersión del humo, lo apagaron, pero apenas había pasado un minuto el humo seguía inundando todos los salones. Ahora el incendio era incontenible, se estaba quemando el Palacio.

El 29 de diciembre de 1837, estalló este gran incendio en el legendario palacio del Hermitage, era entonces residencia de los emperadores rusos en San Petersburgo. El incendio estuvo activo durante 30 horas, destruyó por completo el segundo y el tercer piso del edificio y dañó irreparablemente la mayoría de las decoraciones y ornamentos producidos por los destacados arquitectos, decoradores y pintores.

El incendio se agravó cuando, por orden del emperador Nicolás I, se abrieron las ventanas y, alimentado con aire fresco, el fuego comenzó a extenderse vigorosamente en ambos sentidos, amenazando con destruir las habitaciones privadas de la familia real. Los dos escuadrones de bomberos del palacio y varios departamentos de bomberos de la ciudad no pudieron controlar eficazmente el fuego en constante crecimiento. Estaba devorando la duela seca, las puertas, los candelabros, los lienzos de plafón y las bóvedas.


Fue hasta las 6 de la mañana del día siguiente que el fuego finalmente comenzó a rendirse. A partir de aquella tragedia, se tomaron medidas preventivas y se hicieron muchas mejoras para otra emergencia, pero también se tuvieron pérdidas irreparables.

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