domingo, 18 de marzo de 2018

Caminata en el espacio (18 de marzo de 1965)


“El tamaño de la Tierra, el espacio. No lo entendemos. Solo allí pude comprender el espacio. Mientras que desde el interior de la nave espacial los cosmonautas solo podemos ver una pequeña fracción del paisaje, afuera las estrellas y el sol están en todas partes ... No esperaba ver tanto, todo esto”
- Aleksey Leonov -
Por Gabriel Macías Nito 
La carrera por la conquista del espacio que sostuvieron la Unión Soviética y Estados Unidos durante Guerra Fría, comenzó cuando en 1957, los Soviéticos pusieron el orbita el primer satélite artificial, el Sputnik.

A partir de entonces el ser humano comenzó a viajar cada más lejos de la tierra y a realizar hazañas cada vez más sorprendentes y peligrosas hasta llegar el 20 de julio de 1969 cuando un Ser humano logró realizar la primera caminata sobre la superficie lunar. El espacio pasó a ser una demostración pública de poder, de capacidad tecnológica y militar.

Pero antes de aquel inolvidable 20 de julio, la carrera por la conquista del espacio la iba ganando la URSS, y entre aquellas extraordinarias batallas ganadas, en el espacio, pocos recuerdan la del 18 de marzo de 1965.

Aquel día, los soviéticos lograron realizar la primera “caminata” espacial. El cosmonauta Aleksey Leonov abandonó la esclusa de aire de la nave espacial Voskhod-2 y se convirtió en el primer hombre en realizar una actividad extravehicular. Su tiempo “al aire libre” fue de larguísimos 12 minutos.

La nave espacial Voshkhod-2 había salido de Baikonur, Kazajstán días antes. Transportaba a los cosmonautas Alexey Leonov y Pavel Belyayev. A las 11:32:54 (hora de Moscú), la nave llegó a la posición establecida, abrió la esclusa exterior, exponiendo a Leonov al espacio. Poco menos de dos minutos después, Leonov salió de la nave y comenzó a flotar libre, en el espacio. Una cuerda de 5,35 metros de largo lo unía al Voshkhod-2.

La primera caminata espacial de Leonov fue exitosa en su mayoría, pero experimentó situaciones fuera de lo normal, algunas de las cuales incluso se consideraron mortales. Un contratiempo hizo que aumentara la presión dentro del traje espacial de Leonov. El traje se infló, imposibilitando cualquier movimiento. Leonov abrió una válvula para liberar la presión a riesgo de contraer una enfermedad de descompresión, y por un momento se pensó le sería imposible regresar con vida a la nave.

Cuando finalmente estuvo de regreso dentro de la nave, después de los contratiempos vividos con si traje aquellos eternos minutos en el espacio, comenzaron las tareas de reingreso a la Tierra, una falla en el sistema de maniobras de reingreso obligó a los cosmonautas a recurrir al modo manual, lo que provocó que la nave espacial aterrizara en el denso bosque ártico de la taiga, a casi 200 millas del lugar de aterrizaje original.

Leonov y su colega Pavel Belyayev tuvieron que pasar tres días en el bosque, hasta ser finalmente rescatados. Los soviéticos se anotaron una extraordinaria victoria con aquella determinante contribución a la historia de la carrera espacial. Aquel día, se confirmaba el liderazgo que la Unión Soviética tenía en la conquista del cosmos.

Dos meses después de la caminata espacial de Leonov, el 3 de junio de 1965, el astronauta Edward White salió de Gemini 4 como el primer astronauta estadounidense. La conquista de la Luna debería esperar unos años más.

Cuando Alexéi Leónov se retiró de su carrera como cosmonauta, encontró un nuevo oficio, la pintura, sus cuadros al óleo son apreciados tanto por sus colegas cosmonautas, como por admiradores de la pintura. Publicó libros con reproducciones de sus dibujos así como sus memorias; en sus obras siempre el principal protagonista es el viejo gran conocido de los viajeros estelares: el espacio.

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