jueves, 22 de diciembre de 2016

(22 de 31) “Teodoro, Te adoro”

¡Diciembre Me Gustó Pa´ Que Te Vayas! Un repaso de los eventos más resonantes  del 2016


Teodoro: nombre de origen griego “theos doron”, latinizado como Theodorus.  Se traduce como "regalo de Dios". Posee varias acepciones: "Don de Dios" o "Presencia de Dios".

                Arquitecto DON Teodoro González de León, que buena elección para el nombre de este grandísimo hombre. Uno de los más importante arquitectos mexicanos del siglo XX. Don Teodoro fue escultor, pintor y un caballero apasionado por México y su Capital, donde dejó la mayoría de sus obras, que trasformaron la imagen de la ciudad. Nació en la ciudad de México el 28 de mayo de 1926, murió el pasado 16 de septiembre de 2016 a los 90 años.  Arquitecto mexicano contemporáneo de inconfundible propuesta arquitectónica.

                Siempre duele despedirse de alguien y sin duda, con Teodoro  termina una de las etapas más importantes de la arquitectura mexicana  y mundial, pero debió irse feliz sabiendo que había cumplido. Miquel Adriá, director de la revista Arquine, sostuvo que Teodoro siempre imaginó una Ciudad de México mejor, “una ciudad que fuera capaz de rescatar la ciudad lacustre, que tuviera imaginación a largo plazo”... La segunda parte del siglo XX le pertenece a Teodoro, museos, edificios, embajadas, bancos, fueron parte de su obra, la cual siempre concibió como un todo cultural.
Su trabajo comenzó desde su época estudiantil, juntó con Armando Franco, en 1947 definieron el trazo original de Ciudad Universitaria y fue sobre este que planteamiento que Mario Pani y Enrique del Moral desarrollarán el anteproyecto universitario. Después, fue “becado para que se ¡fuera!”…a estudiar en Francia, allá trabajó en el taller de Le Corbusier (1948-1949).
Su última obra será póstuma, la Torre Manacar (esquina de Av. Insurgentes y Río Mixcoac) programada para ser concluida en 2017.

                El Gran arquitecto fue reconocido con el Premio Nacional de las Ciencias y Artes en 1982. Cada año esperaba yo, con ansiedad que se anunciara el premio Pritzker, (considerado el Nobel  de arquitectura), y que se nombrara a Don Teodoro ganador, pero los años pasaron y nunca fue galardonado con este prestigioso reconocimiento, del cual sin duda, SIN DUDA, hubiera sido una digna recompensa a su espléndida obra.

                Afortunadamente nos deja el placer de disfrutar sus espacios, recorrer sus edificios, admirar sus obras arquitectónicas.  Nos permitió estar en contacto con el exterior aun estando dentro del edificio, y con su muerte se cerró uno de los capítulos más importantes de la identidad de la arquitectura mexicana. La lista de sus creaciones es verdaderamente extensa, tanto que el Turibus de la Ciudad de México podría tener una ruta que se llamará “La ruta del Concreto de Don Teodoro”.

En cualquiera de las acepciones del nombre Teodoro, que don te dio Dios Teodoro, fuiste, para los que amamos la arquitectura un Regalo de Dios y por eso, TE ADORO TEODORO.

...Por su atención, Mil gracias

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