martes, 19 de julio de 2016

AUGURIOS OLIMPICOS (10/33)

 
París 1924 (10/33)
Si va usted a leer estas líneas le propongo, primero, ver este video. https://youtu.be/3u3rAEzU1f4 hágalo, le tomará un poco más de 3 tres minutos y  no se va a arrepentir.

Era Julio de 2012, me encontraba en Londres, y entiendo que esta nota corresponde a París 1924, pero me es imposible no compartirles este momento, que por cierto si tiene relación con los juegos de la capital francesa. Entonces, caminaba por Shaftesbury Avenue, en Londres y frente a mí la marquesina del Gielgud Theatre que presentaba la obra "Charriots of Fire", El título del filme se inspiró en la línea, “Trae mi carro de fuego” del poema de William Blake adaptado del popular himno británico “Jerusalén”; el himno se escucha al final de la película. La frase original “carro (s) de fuego” se encuentra en Reyes 2:11 y 6:17 en la Biblia. La película, como usted advertirá y por olímpicas razones es de mis favoritas, diría que está en mi 'top five' y verla anunciada en teatro hizo que pulsara más fuerte mi corazón. Acto seguido pasé a la taquilla y compré boleto para la función de esa misma noche 19:45. La obra inició con la icónica pieza musical de Evangelos Odysseas Papathanassiou, mejor conocido como Vangelis; solo escuchar las primeras notas de esta música olímpica fue suficiente para hacerme derramar lágrimas (casi como Adela Noriega en “Amor Real”, bueno, no tantas lagrimas), por suerte, como obviamente ni conocía a nadie, y nadie me conocía, pude llorar toda la obra, fue verdaderamente emocionante e inolvidable.
Hablar de París 1924 remite inevitablemente a dos atletas del equipo británico; el escoses Eric Liddell y el Ingles Harold Abrahams, dos legítimos corredores de diferentes clases sociales y religiones, pero con un mismo objetivo; competir y ganar medalla para la Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos de París 1924. La historia cinematográfica de 1981 hace de estos dos personajes los grandes ganadores de los juegos de 1924, pero, también destacaron inolvidables atletas; el “finlandés volador” Paavo Nurmi dominó las carreras de distancia larga 1500 m y 5.000 m. Británicos y norteamericanos se enfrascaron en duras y épicas batallas por dominar las competencias de pista corta. En estos juegos también compitió Johnny Weissmuller ganó tres medallas de oro en natación y una de bronce en waterpolo y tras su retiro del deporte de convirtió en Tarzan.

París, “Que bien vale una Misa”, fue designada sede el 21 de junio de 1921, superando las solicitudes de  Ámsterdam, Berlín, Los Ángeles, Río de Janeiro y Roma. La Ciudad Luz recibía por segunda vez este magno evento, pero ahora ya no habría Exposición Mundial, así que toda la atención estaría en las competiciones. Por cierto, desde los años ochenta del siglo XX, la capital gala ha intentado albergar por tercera vez la justa veraniega, pero ha perdido la contienda para las celebraciones de 1992, 2008 y 2012. Ha sido electa como ciudad candidata para los juegos de 2024, ¿será que se celebrará el centenario de los míticos juegos donde ganaros los “corredores de fuego” en 1924? Tendremos que esperar el resultado.

Los Juegos de la VIII Olimpiada celebraron su inauguración el 5 de julio, en el Estadio Olímpico de  Colombes ante 45,000 espectadores, desfilaron 44 delegaciones repitiendo el tradicional orden alfabético; la primera en desfilar fue L'Afrique du Sud, la última antes del anfitrión, Yugoslavia, cerró el desfile, Francia.  Las delegaciones más aplaudidas fueron evidentemente Francia, Reino Unido y Estados Unidos. Gaston Doumergue, nuevo Presidente de la República Francesa, proclamó oficialmente la apertura de los Juegos Olímpicos en presencia de los miembros del Comité Olímpico Internacional, en particular su presidente, el barón Pierre de Coubertin. Después de una trompeta y un arma de fuego, la bandera olímpica fue izada por segunda vez en lo alto del asta central del estadio. El Conde Clary, Presidente del Comité Organizador dio el discurso de bienvenida a deportistas y público asistente; que junto a periodistas eran los testigos de los eventos, las noticias y fotografías  llegaban después al público general por periódicos. 
El lema de estos juegos fue; Citius, Altius, Fortius (más rápido, más alto, más fuerte), se convertiría en el epigrama más representativo del olimpismo. La “Union des Sociétés Françaises”, entre cuyos miembros se encontraba Coubertin, fue donde se usó por primera vez este pensamiento, Coubertin tomó el lema de su amigo Henri Didon. El juramento olímpico lo realizó Georges André ex medallista olímpico de pista y campo en 1908 en representación de los atletas, fue así que concluyo la ceremonia de apertura y dieron inicio las competencias.

Participaron 3,089 atletas (incluyendo 135 mujeres), 126 eventos en 17 deportes. Estados Unidos quedó al frente de la tabla de medallas; 45 medallas de oro, 27 de plata y 27 de bronce, Finlandia y sus “finlandeses voladores” segunda, Francia tercera y Gran Bretaña y los “Carros de fuego” ocuparon la cuarta posición.
  
Los Canales de Ámsterdam, tan bonitos...esta será siguiente entrega (11/33)

Στο επανιδείν!

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