“NO SOY UNA MUJER, ASÍ QUE NO
TENGO DÍAS MALOS”.
-Vladimir Putin-
Mucho se habla de Vladimir Putin y sus planes de reconstruir la Unión Soviética, o de conquistar
el mundo; pero el nuevo amo de la geopolítica mundial no es leninista,
estalinista o marxista o Fu-Manchúista. Putin está más allá de la Rusia
imperial o una nueva URSS. Su nuevo proyecto sustenta un nacionalismo eslavo,
con Rusia como guía, unido con la ayuda de la iglesia ortodoxa, ósea un
"Neopaneslavimo ortodoxo".
Según la clasificación 2016 de la
revista Forbes en el informe de diciembre de 2016, El presidente Ruso, Vladimir
Putin, fue, por cuarto año consecutivo, la persona más poderosa del mundo, por
delante de Donald Trump y de Angela Merkel.
“Desde Moscú hasta Siria e
incluso las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el líder ruso sigue
consiguiendo lo que quiere”. -Revista Forbes-
Vladímir Vladímirovich Putin
nació el 7 de octubre de 1952 en Leningrado. Creció en una familia humilde e imbuida
en la rutina soviética. En 1975 se licenció con honores en Derecho en la
Universidad Estatal de Leningrado (hoy, Universidad Estatal de San Petersburgo)
y comenzó su vida profesional en la KGB, de URSS, alcanzando el rango de
teniente general. Tras la caída del Muro de Berlín y de la URSS, Vladímir
Putin, volvió Rusia, se ocupó de temas de política municipal en su ciudad
natal. Pronto fue reconocido en la política de la nueva Federación Rusa y en
1996 le llamaron a Moscú, los siguientes años ocupó cargos cercanos al
presidente Boris Yeltsin.
Su meteórica carrera a la
presidencia llegó con el fin del milenio, en agosto de 1999 fue nombrado primer
ministro, y el 31 de diciembre del mismo año Yeltsin renunció y encargo a Putin
el País.
Ante las cámaras de la televisión
rusa, el nuevo presidente de Rusia afirmó: “Hoy se me han asignado las
funciones de jefe de Estado. Quiero subrayar que ni por un minuto en el país ha
habido ni habrá un vacío de poder y las autoridades cortarán de raíz cualquier
intento de quebrantar la legislación y la Constitución de Rusia”.
En marzo de 2000 legitimó su
poder en las urnas y en 2004 logró la reelección. Tras el periodo presidencial
de Dmitri Medvédev (2008-2012), estrecho colaborador suyo, Putin fue reelegido
para un tercer mandato (2012-2018).
Los libros de cabecera de Putin
no son de Marx o Lenin, son los de Ivan Ilyin, un intelectual conservador,
eslavófilo y monarquista, gran parte de la obra de Ilyin fueron tratados sobre
la reconstrucción nacional rusa, a partir de una moderna monarquía
cristiana-ortodoxa y eslava, opuesta a la democracia liberal occidental.
Putin intenta que Rusia, después
de Putin, no cambie y que sea el nacionalismo ruso el arma de defensa
frente al poder económico de los gigantes norteamericanos, chino, la Comunidad
Europea, más los que se sumen en el siglo XXI.
Parece que más allá del poder,
Putin se esfuerza por devolver a Rusia la grandeza del pasado y posicionarla de
una vez por todas como la nación más poderosa del orbe, ser el salvador del acoso
de la cultura occidental. Todos sus esfuerzos están dirigidos en lograrlo. Está
convencido que Rusia es mucho más que un Estado: es una civilización cuyos
fundamentos son el pueblo ruso, la cultura rusa y la iglesia ortodoxa.
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