"Mucha gente no sabía que
los rusos trabajaban en tener su propio avión supersónico comercial. Por eso,
los periodistas le dieron el apodo del "Concordski", para
caricaturizar el diseño del Tupolev dado el parecido con el de los
franceses".
-John Farley, ex piloto de pruebas-
Durante la década de los setenta
la aviación supersónica también entró en la típica competencia de la Guerra
Fría, el objetivo era ofrecer comercialmente vuelos supersónicos.
Francia, Reino Unido se aliaron
para producir y poner en las pistas el Concorde, y la entonces Unión Soviética,
el Tupolev TU144.
La Unión Soviética logró poner a
volar su prototipo primero que los británicos y franceses en diciembre de 1968,
la maquinaria propagandística soviética hizo enorme difusión de este logro.
En 1973 el Tupolev TU144, durante
una competencia en París con el Concorde, sufrió un mortal accidente, por lo
que no se escuchó mucho de la nave. Con mucho secretísimo, el 1 de octubre de
1977 iniciaron vuelos comerciales, voló durante la década de los 80.
Las versiones supersónicas
tuvieron una vida corta, un grave accidente de uno de los Concordes el 25 de
julio de 2000 cerró la competencia por la carrera de la aviación supersónica,
se podría decir que el Concorde le ganó el duelo al Tupolev, pero ambos
perdieron la carrera.
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