"Sé que tras mi muerte se acumulará sobre mi tumba una pila de basura,
pero el viento de la historia la dispersará sin piedad"
-Le dijo Stalin a su ministro de Exteriores, Viacheslav Mólotov, en 1943-
Stalin, Iósif Vissariónovich
Dzugashvili, murió el 5 de marzo de 1953 en Kuntsevo, en el hoy distrito de
Fili en Moscú, y no en el Kremlin, como muchas veces se cree porque esa fue la
versión oficial que entonces se transmitió por la radio en aquellos días.
Durante la vida de Stalin, había
una leyenda urbana que el pueblo contaba, “antes de tomar decisiones
importantes, el líder soviético bajaba a solas al mausoleo para 'consultar' con
Vladímir Lenin”.
Después de las ceremonias de
duelo, el 9 de marzo de 1953, Stalin fue llevado al mausoleo del Kremlin para
depositar su cuerpo junto al de Lenin, pero, entonces comenzó la discusión y la
valoración de los años que Iósif gobernó, y conforme pasaban los años el
descontento de que compartiera su sede eterna al gran líder bolchevique crecía.
Por ello, ocho años más tarde, la noche del 31 de octubre al 1 noviembre de
1961 su cuerpo fue retirado del Mausoleo.
Durante el XXII Congreso del
Partido Comunista, encabezado por Nikita Jruschov se discutía el tercer
programa del PCUS y los planes de construcción del comunismo para 1980, pero
apareció el tema que propuso "mover los restos de Stalin del
mausoleo". La idea fue creciendo, pues cada vez se discutía más como
Stalin se había alejado de los ideales de Lenin la idea fue secundada por la
mayoría y la decisión fue tomada.
La operación tuvo lugar de noche
y en secreto, con la participación de alrededor de 30 personas. Ni la hija de
Stalin, Svetlana, ni su hijo Vasili, que vivía en Kazán, fueron invitados al
entierro, los restos de Stalin dejaron de descansar en el Mausoleo del Kremlin
y pasaron a una de las murallas.
En aquellas horas, el mundo
occidental celebraba Halloween.