¡26 de octubre, No se olvida!
En efecto, Carlos heredó cuatro
dinastías: las casas de Habsburgo, de Borgoña y de Trastámara, esta última por
partida doble (castellana y aragonesa). Pero no heredó de facto el título de
Emperador del Sacro Imperio Romano. Para ello debió luchar con su más acérrimo
enemigo, Francisco I de Francia, lo que le supuso un monumental desgaste como
persona y un enorme gasto. Carlos hizo frente buscando dinero en Castilla, en
banqueros alemanes y “hasta por debajo de las piedras”. Finalmente, tras una
reñida contienda política fue reconocido Emperador el 26 de octubre de 1520 y
coronado por el papa Clemente VII diez años después, el 24 de febrero de 1530,
el mismo día de su cumpleaños, en Bolonia.
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