15 de Noviembre. San Alberto Magno (1193-1280)
¡Noviembre,
“de Todos los Santos”!
Miren ustedes que las historias de amor entre el rey y la princesa se
cuenta mucho en las películas de Disney, con el final: “y vivieron felices para
siempre”. Resulta que en el caso de Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha
(1819-1861) y Victoria I de Inglaterra !ESA¡ si fue una historia de amor, solo
que en esta historia, la reina era Vicy y el príncipe consorte Beto.
Según palabras de la reina
Victoria, así describía como se sentía después de su noche de bodas:
NUNCA, NUNCA he pasado una noche así. MI QUERIDO, QUERIDO, QUERIDO Alberto
[...] con su gran amor y afecto me ha hecho sentir que estoy en un paraíso de
amor y felicidad, algo que nunca esperaba sentir. Me cogió en sus brazos y nos
besamos una y otra vez. Su belleza, su dulzura y su amabilidad —nunca podré
agradecer suficientes veces tener un marido así— [...] que me llama con nombres
tiernos como nunca antes me han llamado ha sido una increíble bendición. Este
ha sido el día más feliz de mi vida.
A pesar de que se trataba de un
acuerdo de Estado, cosa que no era rara en aquellos días, la idea del
matrimonio entre Alberto y su prima Victoria, que llevaba tres años reinando,
había surgido en la mente de su ambicioso tío Leopoldo, rey de Bélgica desde
1831. Imaginen que el tío Leopoldo es como el malo de la novela, porque lo único
que le interesaba era los beneficios que este matrimonio podría traer a la
corona de Bélgica. Lo que no sabía en tío Leopoldo era el inmenso, pero INMENSO
DEL VERBO INMENSO amor que surgiría
entre Victoria y Alberto, que se casaron en 1840. Victoria le escribió a su tío
Leopoldo para darle las gracias con las siguiente palabras:
"gracias por la
perspectiva de gran felicidad que has contribuido a darme en la persona del
querido Alberto [...] Posee todas las cualidades que podría desear para hacerme
absolutamente feliz”… …oooooorales ESO SI ES AMOR DEL BUENO.
Desafortunadamente Alberto murió joven, tras 20 años de feliz
matrimonio Victoria quedó devastada y el resto de su vida añoró a su
queridísimo Alberto, tras la muerte del príncipe Alberto, Victoria evitó las
apariciones en público y dejó que fuera Eduardo, príncipe de Gales (futuro
Eduardo VII) quien cumpliera con la mayoría de los deberes protocolarios de la
corona.
Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha
(1819-1861), Nació cerca de Coburgo, en Alemania, y fue uno de los hijos de
Ernesto I, duque de Sajonia-Coburgo-Gotha. Como príncipe se convirtió en
consejero de confianza de Victoria. Desde esta posición, ejerció una enorme
influencia en la vida política y los acontecimientos de carácter nacional e internacional.
Fue un mecenas activo y devoto de las artes y las ciencias y organizó actos
como la Gran Exposición de 1851, en el Crystal Palace, para estimular el
crecimiento de la industria y el comercio británicos así como el orgullo
nacional. El conservadurismo moral de la Inglaterra victoriana se le debe al
rígido y austero código de conducta de Alberto. Pese a que muchos ingleses le
consideraban un extranjero entrometido, consiguió fortalecer la monarquía y
alentar el progreso social. Murió de fiebres tifoideas a los cuarenta y dos
años, abrumado por el trabajo.
Hoy el amor de estos grandes
personajes se encuentra materializado en uno de los museos más visitados de
Inglaterra. El Museo Victoria y Alberto, https://www.vam.ac.uk/ si visita
Londres, ¡por favor!” no deje de visitarlo. Y si no visita Londres, pues no lo
visite ¿verdad?
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