AUGURIOS OLIMPICOS (19/33)
México 1968 (19/33)
https://www.youtube.com/watch?v=KbnZpuQXCDA
(Compuesta por el mexicano Carlos Jiménez Mabarak, elegida para ser la fanfarria oficial de los
juegos olímpicos de México 1968).
¡2 de Octubre, NO se olvida! ¿Y? ¿El 12 de Octubre?, ¿Si se
olvida? Que cruel destino para la memoria colectiva de los mexicanos que dos
eventos, uno tan significativo y trágico, otro tan festivo y espléndido, hayan
coincidido en 1968. No pretendo ahora encontrar o entender los motivos del
movimiento estudiantil del 68 o juzgar la forma en la que debieron o no actuar
los dirigentes del país en aquellos días de octubre. Más bien es compartir mi
pesar en como este desafortunado “desencuentro se encontró” y como los Juegos
de la XIX Olimpiada celebrados en aquel significativo año, hubieran permitido
hacernos creer que éramos una gran nación y que podíamos mostrarnos y mostrarle
al mundo de lo que pudimos ser, pero no, no fue así, estos juegos siempre
tendrán la sombra de Tlatelolco y nunca permitirán que para al país que los
organizó le resulte un evento digno de orgullo, de reconocimiento y de decir a
todo pulmón: Los juegos de olímpicos de México fueron ESPECTACULARES. Esa
afirmación siempre traerá comentarios como: esos juegos sirvieron para que el
gobierno pudiera poner un velo al 2 de octubre, que se repite y se repite “No
se olvida”, pero ya ni saben que es lo que no se debe olvidar y cuál era el
reclamo de aquellos jóvenes, solo saben que no se olvida. Los juegos Olímpicos
se desarrollaron en un clima de enojo, frustración y desvalorización. La
mayoría de las veces se han visto como la cortina ideal para tapar lo que había
sucedido 10 días antes.
La Ciudad de México, había presentado su candidatura para
realizar los Juegos de 1956 y de 1960. La tercera fue la vencida, el 20 de
junio de 1963 se publicó en el Diario Oficial el decreto de Adolfo López Mateos
donde autorizaba se gestionara que la capital de la nación mexicana fuera sede
de los Juegos Olímpicos de 1968. La candidatura de México se basó, además del
aporte cultural que este país brindaría al mundo, en que un alto porcentaje de las
instalaciones eran existentes, el recinto más icónico fue el Estadio Olímpico
de Ciudad Universitaria que funcionaba desde 1952 y se acondicionaría para
recibir a 80,000 espectadores, el Estadio Azteca ya era un proyecto del
empresario mexicano Emilio Azcarraga a punto de comenzar y se presentó como
parte de los recintos deportivos, después de construiría el Palacio de los
Deportes, y la Alberca Olímpica, joyas de la arquitectura mexicana aún en
funcionamiento.
Fue elegida como sede el 18 de octubre
de 1963 tras celebrarse la Asamblea del Comité Olímpico Internacional en
Baden-Baden, Alemania. Superó a Detroit, Lyon y Buenos Aires. Estos Juegos
fueron los primeros organizados por un país en vías de desarrollo, en una
nación hispanohablante y los primeros en Latinoamérica. Se llevaron a cabo del
12 al 27 de Octubre para que la temporada de lluvias no afectara el evento. La
Ruta Olímpica fue una de las grandes herencias artísticas y escultóricas. Se
organizó por primera vez una Olimpiada cultural, la última se presentó en
Atlanta 1996 tras cometerse un atentado mientras se llevaba a cabo un
concierto, causando la muerte de 2 personas y centenares de heridos.
La altitud de la Ciudad de México hizo que los juegos fueran
cuestionados hasta el mismo día de la inauguración, pero los resultados
deportivos fueron “increíbles”, la XIX Olimpiada fue un festival de récords, 34
mundiales y 38 olímpicos, muchos de estos perduraron por décadas. El más
recordado y longevo fue el de Bob Beamon en salto de longitud, su ejecución fue
llamada “el salto del siglo”, 8.90 metros. Dicho récord perduró durante 22
años, 10 meses y 22 días, hasta ser superado en la final del mundial de Tokio
(1991) por Mike Powell con 8.95 metros.
¡Y ya se, ya se!, si no menciono a Vera Caslavska reclamaran
que faltó lo más importante de estos juegos, Caslavska llegó a México 68 como
la mejor gimnasta del Mundo, enamoro a todo el país, sumó cuatro oros y dos
platas más a su cuenta personal que había iniciado en Tokio 64, se proclamó “campeona
olímpica” del concurso general. Pero Vera no solo pasó a la historia sólo por
sus méritos deportivos, junto a su novio Josef Odložil hicieron la promesa de
casarse si se cumplían dos condiciones: si ella retenía su título general
individual y él llegaba a las finales de los 1500 metros, entonces se casarían
en México. Ambas condiciones se cumplieron. Las autoridades mexicanas les
brindaron su apoyo y les recomendaron que contrajeran nupcias en la Catedral
Metropolitana de la Ciudad de México. Y así lo hicieron ante una catedral
abarrotada de asistentes y curiosos y al compás del mariachi acompañaron el
evento que fue todo un acontecimiento, por ello se le adjudicó el título de “La
novia de los Juegos de México”. Su compromiso y apoyo a la resistencia contra
el régimen comunista hicieron de su vida, posterior a los juegos olímpicos una
historia digna de una telenovela del Canal de las Estrellas; podría titularse
algo así como “Entre podio, amor, barranco y tragedia”, o “Éxtasis y agonía”, o
“Los dos destinos de la Novia de los Juegos de México”.
Pero debía yo escribir de Inauguraciones, ¿verdad?...y
mejor…este ¿he? Ah si…de la identidad olímpica del 68 que fue un verdadero hito
gráfico, no solo de los juegos, de la mercadotecnia, la vanguardista propuesta
estética, el uso y venta de platos, vasos, llaveros, ceniceros, y un larguísimo
etcétera que hizo de estos juegos una marca que perdura hasta nuestros días, y
la organización magistralmente llevada por el Arquitecto DON Pedro Ramírez
Vázquez que sustituyó como presidente de la coordinación del evento al
expresidente Adolfo López Mateos que fallecía a los 56 años. La olimpiada
cultural un sinfín de fórmulas que México dejó para el futuro del olimpismo,
pero insistiré, los eventos sucedidos previos a la realización de los Juegos hicieron
que los logros perdieran valor y deterioraran la imagen conquistada. Se
recuerda más que la tenencia vehicular “se inventó” para el pago de las deudas
del evento, a todo lo aportado por la nación mexica. Se cumplieron los
objetivos de mostrar a los mexicanos el mundo y de mostrar al mundo las
capacidades de México, pero el que considero más importante, que era mostrarnos
a los mexicanos de la capacidad que teníamos de estar al nivel de países
desarrollados, en el mejor de los casos se cumplió a medias.
¡Ah!...si ya casi se me olvidaba, lo de la inauguración,
“pues” estuvo muy bonita. A las 12 del medio día del 12 de octubre de 1968,
bajo un cielo que todavía mostraba grandes nubes de lluvia, flotaban en el centro del campo universitario
unos enormes globos que formaban los aros olímpico, entonces, fueron liberados
y ascendieron más y más y más, hasta perderse en el infinito. Gustavo Díaz Ordaz llegaba al estadio junto al
presidente del COI, Avery Brundage y tomaban sus lugares de honor, comenzó el
desfile de las naciones, Grecia al frente, el ritmo de la marcha la llevaba una
banda al sonido de los tambores y al frente de los abanderados de cada nación,
un cadete del Heroico Colegio Militar portaba elegantemente el estandarte con
el nombre de cada nación, México, como anfitrión cerró la presentación de los
países.
El Arquitecto
DON Pedro Ramírez Vázquez tomó la palabra para dar la bienvenida en nombre de
los mexicanos: “Los Juegos Olímpicos representan la única oportunidad que tiene
la juventud del mundo de reunirse para una convivencia pacífica y armoniosa.
Los Juegos Olímpicos como evento deportivo representan las hazañas físicas del
hombre contemporáneo, como evento cultural, recuerdan y registran su huella a
través del tiempo. Así, los jóvenes podrán reconocer los rasgos comunes que los
unen”.
La bandera olímpica llegó flanqueada de orgullosas y
elegantes consortes vestidas con típicos trajes que embellecían más a aquellas
mujeres mexicanas, fue izada y se entonaron los himnos olímpicos y mexicano. El
presidente del COI pidió al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos tuviera
el honor de pronunciar la declaratoria inaugural. Gustavo
Díaz Ordaz tomó la palabra: “El 12 de octubre de 1968 declaro inaugurados los
Juegos Olímpicos de México que conmemoran la decimonovena olimpiada de la Era
moderna”.
El fuego olímpico
fue encendido en Olimpia y para llegar a tierras aztecas realizó la misma ruta
que Cristóbal colón había recorrido 476 años antes, fue recibida por primera
vez en tierra mexicana en el hermoso puerto de la Villa Rica de la Vera Cruz
(ósea Veracruz), y una vez en estas tierras siguió el camino de Hernán Cortés,
una noche antes de la inauguración se llevó a cabo una majestuosa ceremonia de
encendido del fuego nuevo en Teotihuacán, ahí pasó la noche y finalmente llegó
al estadio. A la exclamación que siempre provoca el fuego olímpico se agregó la
sorpresa de verlo llegar en manos de Enriqueta Basilio, campeona nacional de
atletismo, en carrera con vallas de 80 metros. Por primera vez en la historia
del olimpismo, una mujer era última portadora de la antorcha olímpica. Con
majestuosas zancadas recorrió los 400 metros finales de la pista de atletismo y
subió una escalinata blanca, bellamente flanqueada por un extraordinario color rosa
mexicano, encendió el bellísimo pebetero y miles de globos con los colores
olímpicos volaron por los aires, así como las tradicionales palomas que
simbolizaban la paz. Pablo Garrido hizo
el juramento en nombre de los atletas y con su discurso se daba por concluida
la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de México 1968.
Un total de 5.516
deportistas de 112 naciones se reunieron en la capital mexicana, compitiendo en
172 pruebas de los 20 deportes, mientras que la cifra de mujeres participantes
ascendió a 781. El lema de estos juegos fue "La olimpiada de la paz",
pero también fue conocida como la olimpiada del "Black Power", en
referencia a los actos de reivindicación social realizados por algunos atletas
afroamericanos. Durante la entrega de sus medallas, alzaron el puño enfundado
en un guante negro y bajaron la cabeza cuando sonaba el himno de los Estados
Unidos, país que quedó en la parte más alta del medallero, obtuvo 45 medallas
de oro, 28 de plata y 34 de bronce, la URSS ocupo el segundo lugar y Japón la
tercera posición. México tuvo la mejor presentación de su historia olímpica; 3
medallas de oro, 3 de plata y 3 de bronce.
München,
Bundesrepublik Deutschland. Diese Spiele werden die nächste Rate sein (20/33)
Στο επανιδείν!
No hay comentarios:
Publicar un comentario