sábado, 13 de agosto de 2016

AUGURIOS OLIMPICOS (28/33)


Αθήνα 2004-1a Parte (28/33)
"LLEGO EL MOMENTO EN EL QUE NO SE QUE HACER, LLORAR DE TRISTEZA, AÑORANZA O EMOCIÓN".
¿Tristeza? por las complejas condiciones sociales, políticas pero sobretodo económicas en la que se vive en tierra helena. Esa montañosa y blanca península en la cual se levanta el Monte Olimpo hogar de Zeus y toda su parentela, tierra situada en el extremo sur de la península balcánica bañada por las azules aguas del Mediterráneo y flanqueada de, por lo menos, seis mil preciosas islas. Los dioses decidieron que la Diosa Atenea habitara en el Partenón y la historia, siglos después la convirtiera su capital, Atenas. Pero, vuelve la tristeza al confirmar que la República Helénica es la nación más endeudada de la Comunidad Europea, y que en gran medida, la organización del magno evento del deporte mundial en 2004 contribuyó a llevar al precioso archipiélago a "deber hasta el Partenón".

¿Añoranza? De recordar cómo en 2004 se llevaron a cabo los maravillosos Juegos de la XXVIII Olimpiada de Atenas 2004, 108 años después de que los primeros juegos de la Era Moderna se desarrollarán en el legendario Estadio Panathinaikos y como el espíritu olímpico regresaba lleno de esperanza, como el hijo pródigo regresa a casa. Añoranza de cómo Atenas debió ver pasar el fuego del centenario por otras calles (llenas de Coca Cola), esperando que su calor regresara y bañara las calles que vieron caminar a Sócrates, Platón y Aristóteles.

¿Emoción? De recordar cómo aquel 13 de agosto amanecía en extremo caluroso como todos los veranos helenos. Para mí, el día había comenzado muy temprano, y la frustración ya era presa de mi persona, 12 horas antes del arranque de la Ceremonia de Apertura, ¡no tenía boleto😨! Llevaba dos días recorriendo la ciudad y nada. Por la ventana del hotel vi pasar la flama olímpica que recorría sus últimos kilómetros, eran las 8:00horas y la antorcha ya buscaba el pebetero, entonces pensé que esa sería la forma más cercana de vivir la inauguración.

La cita de mi última posibilidad tras decenas de opciones fallidas, para adquirir el boleto era a las 13:00 horas, en una agencia de Viajes llamada “Viajes lo Mejor”, la operaba un argentino asentado en Atenas. Entre a la oficina ubicada en la Plaza Syndagma y ahí estaba 'MI' boleto, el costo original: 950€, la agencia agregó 100€ por la reventa...salí reconociendo que no había “mejor” nombre para aquella agencia, 'pues lo que viviría por la noche sería “de lo Mejor” que me ha pasado. Saliendo de ahí fui directo a festejar que tenía mi boleto al Partenón.

La ceremonia comenzaba a las 20:30, así que debí darme prisa para volver al hotel, bañarme, vestirme con ropas mexicanas, perfumarme y peinarme, ¡Ah! no, no me peiné, llevaba una gorra de México. Entonces salir rumbo al "Olympiako Stadio Athina Spyros Louis" nombrado así en honor del primer ganador de la prueba de la Maratón en los juegos de 1896. Estadio remodelado por Santiago Calatrava.

Aquí es donde entro nuevamente en la conflicto de la razón por la cual llorar. Tristeza y añoranza al recordar como recorrí aquel día de 2004 el complejo olímpico y constatar las impecables condiciones de las instalaciones deportivas y el parque. Arcos tipo Calatrava por aquí, fuentes por allá, muros arquitectónicos danzantes, "tipo Calatrava" más allá. Y el sonido del parque olímpico nos apuraba a entrar que la ceremonia estaba por comenzar, eran las 19:30 pero todavía debíamos pasar algunos cordones de seguridad. En griego coloquial se decía algo así como: "apurennnnsen o cerramos las puertas". La tristeza y añoranza es saber que al paso de los años y tras más de una década aquel majestuoso evento, aquellas flamantes instalaciones están abandonadas y destruidas. En condiciones verdaderamente paupérrimas.

Se tienes valor, vea estas imágenes patrocinadas por The Guardián https://www.theguardian.com/…/abandoned-athens-olympic-2004…   

¿Ahora 'me cactan' porque me dan ganas de llorar?
En donde no habrá duda es que llanto si hubo, hay y habrá (del verbo haber conjugado en pasado, presente y futuro), se me salen las lágrimas tipo Remy de emoción cuando vuelvo a ver la inauguración en los videos de la YouTube, me emociono y lloro.
Vivir aquel día en la capital helena y ser testigo presencial de aquella inolvidable y significativa inauguración en una Atenas que flamante volvía a recibir a los atletas del mundo 2,780 años después del nacimiento del olimpismo en Olimpia, me hizo llorar.
La noche estaba por caer, y dentro del estadio amenizaban con música para hacer menos larga la espera. La más significativa de las piezas musicales fue Zorba el griego con la cual aplaudíamos y seguimos el ritmo. Finalmente se anunció que la ceremonia iba a comenzar, se apagaron las luces, el sonido de 65,000 cascabeles y la luz del mismo número de linternitas que venía en nuestra caja olímpica y que la encontramos en cada asiento dio la bienvenida a la transmisión internacional.

Por razones sentimentales que usted pueden imaginar Atenas 2004 tendrá dos entregas la narración de la inauguración será la siguiente (29/33).

Στο επανιδείν!


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