“¡NO VINE AQUÍ PARA CALLAR!”… Fue la
primera frase de La Gurchenko en su debut en el cine. “Eso es lo que quería
hacer: ir al cine, no estar en silencio, no ir con la corriente, sino crear la ola”.
- Palabras
de Lyudmila Gurchenko en una de sus últimas entrevistas–
Por Gabriel Macías Nito
Antes que iniciara la Segunda
Guerra Mundial, la familia Gurchenko trabajaba en la Filarmónica de Kharkov, Ucrania.
Mark era un músico; tocaba el acordeón y cantaba en días festivos, y Elena lo
ayudaba. Cuando la URSS declaró la guerra a Alemania, Mark, a pesar de su
discapacidad y edad se fue al frente. Mark y Elena eran los padres de Lyudmila,
campesinos y partidarios de la Revolución de Octubre.
Lyudmila, una preciosa niña de repente, vio perturbada su feliz infancia, “¡Guerra!
¡Guerra!”. Escuchó esta palabra de todas partes. La niña y su madre se quedaron
en Kharkov, ocupada por los alemanes. Lyudmila tenía 5 años y para conseguir al
menos algo de comida, cantó y bailó frente al ejército alemán. Aprendió y vio
por sí misma los horrores de la guerra, los bombardeos y el derramamiento de
sangre. Sobrevivió por un milagro, los ataques destruyeron su ciudad natal.
Cuando finalizó la guerra, Lyudmila entró a la escuela. Su padre regresó y
su madre tuvo suerte de conseguir trabajo en el cine, tocaba en una orquesta de
jazz antes de que comenzara la función. Lyudmila, se convirtió en una aficionada
al cine, vio las mismas películas más de cincuenta veces.
Los años que siguieron a aquel éxito estuvieron llenos de fracasos, escándalos, lágrimas por sus amores frustrados y dificultades profesionales. Su vida parecía haberse convertido una trágica novela. En agosto de 1969 no podía luchar más contra la depresión, estaba muriendo, y en un arranque de supervivencia decidió llamar por teléfono al famoso cantante y actor Mark Bernes, este, al escuchar aquella mujer casi al borde de la muerte, la recibió, la escuchó, e hizo todo lo que pudo para hacer florecer su talento. Una vez más, el canto y la música salvó su vida.
A partir de los años setenta comenzó la leyenda de La Gurchenko, filmó una película tras otra y pudo mostrar sus extraordinarios dotes escénicos, protagonizó todo tipo de personajes, cada uno mejor al anterior. A sus habilidades actorales se unió su extrovertido y sofisticado carácter y esto le convirtió en la Diva de la URSS. Protagonizó muchas películas, programas de televisión. Los últimos años de su carrera y su vida los dedicó a recitales, representaciones teatrales y conciertos, siempre mostrando una extraordinaria elegancia y glamour.
En el año 2000, fue galardonada con la Orden del cuarto Grado por el Servicio a la Patria, una de las condecoraciones civiles más elevadas de la Rusia postsoviética. Fue una actriz nata, sobrevivió a todo. Con los años demostró su talento y se ganó el amor y la admiración de los soviéticos, rusos, ucranianos y todos quienes le conocieron artística y personalmente.
Lyudmila Markovna Gurchenko nació el 12 de noviembre de 1935. Murió en Moscú el 30 de marzo de 2011. Aquel día nació la leyenda de La Diva.
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