"Los seres humanos hacen su propia
historia, aunque bajo circunstancias influidas por el pasado.
- Karl Marx -
Por Gabriel Macías Nito
Nikita o Nikon, deriva del griego Nike, “Victoria. Nombre del séptimo
patriarca ruso que nació el 7 de mayo de 1605. Considerado uno de los más importantes reformadores
de los cánones de la liturgia ortodoxa rusa, para hacerla más cercana a los
cánones bizantinos. Dichas reformas defendían la idea del distanciamiento de la
Iglesia y el Estado, haciendo que este último reconociera la superioridad de
los jerarcas e instituciones eclesiásticas.
Estas reformas, provocaron violentas rupturas, tanto entre los
practicantes, como entre la iglesia y el zar. Alejo I se distanció de quien
fuera su amigo Nikon, ya que no aceptaba la primacía del poder espiritual sobre
el temporal. Posteriormente en 1664 intentó recuperar sus funciones, pero el
concilio de 1666, que marcó el triunfo del Estado sobre la Iglesia, lo apartó
de forma definitiva, culpándolo de insubordinado y despojándolo de sus
funciones sacerdotales, reconociéndolo sólo como Nikon, el monje.
Tras la muerte del zar Alejo I de Rusia, su hijo y sucesor el zar Teodoro
III mandó traer a Nikon quien no pudo sobrevivir al largo viaje y falleciendo
en el camino. Nikon fue enterrado con los honores de patriarca.
A partir de entonces se reconocieron sus reformas, estudios y trabajos. En su
vida monacal había comenzó un gran proyecto, retomar la obra del Metropolitano
Daniel, quien había dedicado su vida a recopilar la historia del pueblo ruso.
Esta obra se conoce como La Crónica de Nikon, que si bien no fue el autor de
esta, si se le reconoce el haber rescatado los trabajos de Daniel comenzados
años atrás.
La gran obra, se utilizó como fuente principal para la descripción de los
acontecimientos de la historia de Rusia hasta el siglo XVI y sirvió como modelo
para los siglos futuros. La obra fue entregada al monasterio de la Santa Trinidad
donde permaneció hasta 1637.
Nikon es un personaje determinante para la Iglesia Ortodoxa Rusa, ya sus
reformas, la edición de libros, así como las grandes bibliotecas ubicadas en
los monasterios donde vivió Nikon, permitieron a la iglesia prosperar y crecer hasta
convertir a Moscú en la 'Tercera Roma' después de la caída de Constantinopla.
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