“Desde que el mundo perdió el
Paraíso,
lo juro yo, tal belleza
no ha crecido bajo el sol
meridional”
- Mijaíl Lérmontov, el poeta del
Cáucaso-
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, culpó a los separatistas chechenos por los ataques, sin embargo, los líderes rebeldes chechenos negaron la participación.
Posteriormente, un grupo terrorista checheno se atribuyó el atentado, el ataque lo ejecutó un grupo que se autodenomina Gazoton Murdash, y firmado por Lom-Ali (“Ali el León”). Según la declaración de la reivindicación, el grupo realizó el ataque para rememorar el cuarto aniversario del asesinato de decenas de civiles chechenos de filiación musulmana por soldados rusos en Grozny en la masacre de Novye Aldi.
El 2 de febrero de 2007, Tambiy Khudiyev y Maksim Panaryin de la República de Karacháyevo-Cherkesia, fueron declarados culpables de terrorismo y asesinato en relación con la explosión y el tribunal les condenó a cadena perpetua.
La inestabilidad del Cáucaso Norte representa la amenaza más directa para la seguridad nacional de la Federación rusa, una región donde conviven distintos grupos étnicos, religiosos y lingüísticos con ideales separatistas. Los conflictos representan también una amenaza para los intereses europeos en una región en la que Al Qaeda ha encontrado un asentamiento para, desde allí, expandir su influencia y defender sus objetivos a través de ataques terroristas.
Chechenia es el territorio norcaucásico más problemático para la Federación Rusa y una de las asignaturas más importantes para el presidente ruso Vladimir Putin, es estabilizar los conflictos y volver a unir y homogeneizar las pequeñas comunidades nacionales del Cáucaso para evitar la aparición del independentismo.
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