“Pedir que este Gobierno concluya una paz democrática equivale a predicar
virtud al explotador de un burdel”
-Vladímir Ilich Uliánov-
Por Gabriel Macías Nito
Lenin murió el 21 de enero de 1924, y la Comisión de Funerales, creada la
noche posterior, llegó a la conclusión de que los honores de estado a Lenin
debería durar una semana… o más. Así gente de los rincones más lejanos de la
Unión Soviética pudieran tener tiempo de despedirse de él.
Fue entonces que, se decidió embalsamar el cuerpo hasta el entierro.
Invitaron al famoso patólogo, el profesor Aleksey Abrikosov, a hacer el trabajo.
Aquel día no se planteó mantener el cuerpo de Lenin para siempre, y se suponía
que sobre su tumba se construiría un mausoleo.
El 23 de enero de aquel año, la Comisión de Funerales, transportó el ataúd
con el cuerpo de Lenin de Gorki, donde Lenin había pasado sus últimos meses a
Moscú y comenzó el velorio. La sala permaneció abierta las 24 horas, y cientos
de personas se presentaron allí día y noche. El gobierno comenzó a recibir
cartas solicitando la postergación del entierro; todos querían presentar sus
respetos.
Entonces, los trabajadores de la Planta Putilov hicieron una petición al
gobierno: “haga que Lenin se quede físicamente con nosotros”, y los
ferroviarios de Kiev se sumaron a esta suplica pidiendo “mantener intacto el
cuerpo de nuestro querido Vladimir Ilich durante mil años”.
Fue así que, aquel 23 de enero de 1924, el Soviet Supremo, tomó la decisión
de mantener permanentemente el cuerpo de Lenin y construir una tumba en la
Plaza Roja para Vladimir Lenin. En medio de la noche, el arquitecto Aleksey
Shchusev recibió una llamada urgente del gobierno ordenándole crear una tumba
para Lenin en tres días.
El 27 de enero, el primer Mausoleo abrió sus puertas para los visitantes.
Era un edificio de madera, con forma de pirámide egipcia. En los siguientes dos
meses, más de 100,000 personas lo visitaron, fue cerrado en marzo de 1924 para
comenzar la construcción del mausoleo definitivo que fue abierto en 1929.
Hoy en día, a menudo se discute si enterrar o no a Lenin. Muchas facciones
religiosas, piden dar sagrada sepultura a Lenin y otras más dicen que debe ser
enterrado porque ya no deben venerar a un héroe del pasado. Mientras tanto, hasta
que se tome una decisión, el cuerpo de Lenin continuará en el mausoleo, y a la
vista de todo quien quiera pasar a visitarlo.
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