El 30 de enero de 1933, Adolf
Hitler era reconocido como canciller de Alemania, en pocos meses puso fin a la
democracia en ese país. Guiado por ideas racistas y autoritarias, el Nacional
Socialismo (Nazi) abolió libertades básicas y buscó crear una comunidad “Volk”,
el pueblo de los alemanes, todos bajo el control de Adolf Hitler.
Las ideas de partido Nacional
Socialista pronto se volvieron la ley y el territorio germano un estado
policial. Las personas eran sometidas y arrestadas. La vida en Alemania se
polarizó y se volvió tensa. La depresión
económica mundial había golpeado muy duro al país, había millones de
desocupados y los alemanes no confiaban en el que antes de 1933 era su débil
gobierno.
Hitler era un orador potente y
cautivador que atraía a un gran séquito de alemanes desesperados por un cambio.
Les prometió a los desencantados una mejor vida, una nueva y gloriosa Alemania.
El nacional socialismo apelaba a la superioridad de los alemanes y el apoyo a
desempleados y jóvenes y a recuperar los territorios que les habían arrebatado
tras la Primera Guerra Mundial.
El ascenso al poder de Hitler y
su partido fue rápido. Antes de la depresión económica de los años treinta era
prácticamente desconocido y el 30 de enero de 1933, Hitler fue nombrado
canciller, jefe del gobierno alemán, muchos alemanes creyeron que había llegado
al salvador de la nación.
Este 20 de enero de 2017 asumió el cargo como el 45 presidente de
Estados Unidos Donald Trump, nació el 14 de junio de 1946, un año después de
que terminara la Segunda Guerra Mundial.
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